Antes que nada, quería aclarar algo con respecto a la última edición de La Cerca (el Especial de Fin de Año). Si bien no creo en Papá Noel, creo ABSOLUTAMENTE en los Reyes Magos : 2 hombres caucásicos y un negro (lo cual ya cubre el problema del racismo; los negros abundan hoy en día) que vienen de Belén trayendo arropa y miel, y que nos dejan regalos en nuestros zapatitos (o pantuflas) tan sólo a cambio de un poco de agua y pastito para sus camellos ... ES 100 % CREIBLE!! ¿Qué tiene de raro?!
Naaaada.
Bien, resuelto este punto que me dejó en vela tantas noches, pasemos a la nueva edición de La Cerca Electrificada. Hoy me voy a permitir el atrevimiento de alejarme de la parodia y la chabacanería (la sección es mía, che; hago lo que quiera). En su defecto, voy a pasar a iluminar sus vidas con una pizca de conocimientos, para acercarnos así a La Gran Verdad ....
Ooops. Sección equivocada.
Revolviendo mi carpeta de Física de 2º Año del Industrial ( “Industrial, colegio de varones. Industrial, colegio sin igual. Industrial, no acepta maricones ni putos comilones como en el Comercial ...” ), encontré mis apuntes de Termodinámica.
“¿Qué garoncha tendrá que ver todo esto?”, se preguntarán.
TODO, mis queridos chichipíos. Esa es la magia de la Física. Con algunos pocos conocimientos, la Física puede explicar cientos de fenómenos que nos resultan cotidianos; hechos tan MUNDANOS que dejamos de hacernos la gran pregunta universal.
¿POR QUÉ?
(( Y acá voy a hacer un GRAAAN paréntesis, para poder escabullirme por las ramas. ¿Se acuerdan del tema de Flavia Palmiero? Ese que decía “¿Por qué cae la lluvia?”, y el coro de nenes decía “¿Por quéee?”, “¿Cómo nacen los chicos?, ¿qué cosa es el amor?”. Aunque ahora que lo pienso, no todas las preguntas comenzaban con “¿por qué?”, y además ... ¿POR QUÉ CARAJO ME ACUERDO TAN BIEN DE ESA CANCIÓN?!
O sea, “Sr. Semáforo” estaba mucho mejor ...))
El fin ... volviendo al tema, el asunto es que la Física nos explica el por qué. E incluso nos da demostraciones y ratificaciones. El caso de hoy, una frase tan común en nuestro vocabulario como es “me cagué de frío”.
Sí, señores. La frase “me
cagué de frío” tiene fundamentos científicos, y es verificable gracias
a la Física.
Siéntense cómodamente. Abran sus mentes. Y dejen que los lleve de la mano en este alucinante viaje : EL VIAJE DEL CONOCIMIENTO.
(Léase esto gesticulando y poniendo cara de puto sorprendido “a lo Federico Klemm”).
Muy bien. Todo comienza con Termodinámica, la cual es una rama de la Física que estudia los intercambios energéticos (como calor, temperatura, etc.), que se producen en los elementos que intervienen en procesos físicos o químicos (así como en el ambiente que los rodea). Creo que me acordé bastante bien la definición, no?
Dentro de la Termodinámica, nos encontramos con una ecuación denominada Ecuación Fundamental de la Calorimetría (la cual, a partir de ahora, abreviaremos E.F.C.).
ESTA es la ecuación que nos explica todo. Paso a enunciarla en su forma original :
Q = c . m .
∆t
=>
Q =
c . m ( Tf –
T0 )
en
donde
Q : cantidad de calor.
c : calor específico.
m : masa.
∆t : variación de temperatura ( igual a la Temperatura final menos la Temperatura inicial )
Ahora bien, ésta misma ecuación la vamos a “aplicar” al cuerpo humano. Así, nos queda la siguiente expresión :
Q↓ = c cpo . m cpo ( 37 ºC – T amb )
en donde
Q↓ : es la cantidad de calor generada por el cuerpo humano (en invierno dicha cantidad se reduce; de ahí la flechita hacia abajo).
c cpo : es la capacidad calorífica del cuerpo (cpo), la cual se mantiene constante.
m cpo : es la masa del cuerpo humano, la cual incluye la masa orgánica, la masa grasosa, la masa de los fluidos (sangre, linfa, etc.), la masa ósea, y la masa de los deshechos (detritus).
T amb : es la temperatura ambiente, la cual es tomada como Temperatura inicial y restada de la Temperatura final que debe lograr el cuerpo humano ( 37 ºC )
En invierno, la cantidad de calor corporal (Q) es más baja que de costumbre (debido a la temperatura ambiental, obvio). Es por eso que nuestro organismo recurre a métodos para incrementar dicha cantidad de calor, y de esa forma conseguir alcanzar la temperatura necesaria para mantener activos los procesos vitales (como ya dije, los 37 ºC ).
Pasemos entonces a analizar la ecuación.
En el primer término, tenemos que la cantidad de calor corporal, si bien
levemente inferior a lo habitual, permanece constante. En el segundo término,
nuestro “objetivo” es que quede lo más estable posible, para que así se
mantenga la igualdad (caso contrario, sería una inecuación, no les parece?);
encontramos entonces que la capacidad calorífica también permanece constante.
Deducimos así que las únicas variables de la ecuación son la masa corporal
y la variación de temperatura.
¿Alguna vez se preguntaron por qué cuando hace frío orinamos más seguido? Porque necesitamos eliminar masa corporal, señores! Como recordarán, la orina forma parte de la masa corporal; lo que significa que al “echarnos un cloro”, nuestra masa disminuye.
Ahora bien, en el segundo término de la ecuación sabemos que la capacidad calorífica (c cpo) permanece constante, que la temperatura inicial (la del ambiente) es de por sí baja, y que la masa corporal también disminuye (por el “clorito”). Pero habíamos dicho que nuestro “objetivo” era que permaneciera constante, por lo que si 1 elemento no cambia y los otros 2 disminuyen ... 1 elemento debe subir.
Ese elemento que incrementa su valor es la temperatura corporal.
Lo cual también es lógico, porque si el cuerpo tiene menos masa “que calentar”, la temperatura del mismo debe subir.
Pero y qué pasó con lo de “me cagué de frío” ...?
Ya llegué a esa parte. Cuando la temperatura del ambiente es más baja todavía, muy baja, al cuerpo no le alcanza con la masa de la orina eliminada para subir su temperatura. Necesita eliminar más masa todavía.
Y bueno ... ahí es cuando “vamos a saludar a los parientes que vienen del interior”, “a descargar los escombros con el volquete”, “a comunicarnos con mi yo interior”, etc., etc., etc.
De esta forma, verificamos científicamente la frase “me cagué de frío”.
Pueden aplaudir.
En resumen : cuando cagamos, sube la temperatura de nuestro
cuerpo.
La moraleja : si no cagamos, podemos morirnos de hipotermia!
( Hipotermia : Estado habitual o episódico de descenso de la temperatura del cuerpo por debajo de los límites normales necesarios para mantener los procesos biológicos)
¿Se imaginan que terrible sería morirnos congelados por estar “secos de vientre”?!
The
horror ... the horror ...
Quien crea que todo esto es una sanata (cuando escribí 3 hojas explicando una ecuación ...), no tiene más que ir a hablar al industrial ubicado en las calles Lacarra y Rodó (barrio de Floresta), y preguntar por el Profesor Luis María Martinangelo. Díganle que se los explique.
Vieron? Todos los días se aprende algo nuevo. Ahora vayan a comentárselo a sus suegros durante la cena familiar ( “... ud. sabía, estimado suegro, que la frase “me cagué de frío” se verifica gracias a la Termodinámica ...?” )
Y si toda esta explicación matemática no les gustó “ni mierda”, y les pareció de lo más aburrido, ACA viene lo más gracioso de todo :
Mientras uds. se pasaron
leyendo esto, y rompiéndose la cabeza (quizás) para entenderlo ... YO ESTOY DE
VACACIONES EN BRASIL.
Jejeje ... life’s
good, my fellas.
Pero no se preocupen! Porque cuando vuelva, vamos a lanzar el primer concurso de La Cerca Electrificada (junto con el Sr. García estamos ultimando los detalles). Lo más seguro es que en la próxima edición demos las bases del concurso.
Prepárense ... ni se imaginan el
premio!!
(
Be afraid ... be very afraid ).
Hasta que mis padres me digan que soy adoptado y que realmente me llamo “Javier Herrera” ( y tengo como ... 1580 hermanos), se despide ...
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