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Brutal Truth: Extreme Conditions Demand Extreme Responses
Bueno,
veamos ¿Napalm Death? ¿Onda, grindcore de finales de los 80's? No del
todo. Este disco está muy bien producido como para que sea de la onda de
los primeros de Napalm Death. ¿Entonces?
Déjenme que les cuente algo, gente bonita de Jeds:
Había una vez, una pequeña niña que vivía en el bosque. Un día,
mientras iba caminando hacia lo de su abuelita, se cruzó con el lobo
feroz. Este espeluznante personaje iba vestido con jeans, el pelo largo y
una cerveza en la mano. El lobo le dice a la niña (Que a estas alturas se
habrán dado cuenta que se llama... eso, Caperucita Roja)
"Escuchame Caperucita, venite conmigo y prometo hacerte pasar un buen
rato. Tengo un poco de chala, birra y algunos discos de Anal Cunt, Avulsed
e Impaled. Te prometo que la pasamos bomba"
"Ay no... a mí esa música no me gusta, ¿no tendrás algo de Ráfaga?"
"La verdad que no los conozco... ¿Cómo decís que se llaman, Ráfaga?
¿Qué hacen, noise, grindcore, brutal death?"
"Salí de acá desubicado..."
Y ahí quedó el lobo rascándose la cabeza sin terminar de entender porqué
Caperucita le había cortado el rostro. Al otro día se le vuelve a
parecer a Caperuza, pero esta vez con las chapas embarradas en gel para el
pelo, un disfraz de uniforme de general que le había quedado del corso
del año anterior, pantalones ajustados hasta las bolas, un teclado Casio
colgado del cuello y le dice:
"Hola preciosa, déjame demostrarte mi amor por vos con esta
cumbia..."
"¿Qué te pasa loco? ¡Salí de acá negro villero!"
Otra vez se quedó pagando el pobre lobo feroz, tocando el arroz con leche
en su teclado portátil. En fin, ¿cual es la moraleja de la historia?
Cuando salió el primer disco de Brutal Truth "Extreme Conditions
Demand Extreme Responses", leí por ahí que decían que eran una
copia de Napalm Death. Otros decían que no aportaban nada a la escena.
Cuando salió el segundo disco de Brutal Truth, "Need to
Control" los puteaban porque había mucho hardcore mezclado con el
grindcore, que tendrían que haber seguido en la dirección que habían
tomado en el primer disco. En el tercero, "Sounds of the Animal
Kingdom" volvieron al grindcore al palo. Otra vez puteadas, que era
mejor la combinación hardcore-grindcore, que se yo, que se cuanto. ¿No
es una situación similar a la del pobre lobo feroz? La única diferencia
es que Dan Lilker y sus muchachos nunca se calentaron por caerle bien a la
Caperucita Roja de la prensa.
En
"Extreme Conditions Demand Extreme Responses", lograron un disco
muy bien acabado, tal vez uno de los primeros discos grindcore que sonaron
bien, donde se podían distinguir los instrumentos y hasta las letras. Está
bien, que la Caperucita me va a decir que el sonido grindcore debe ser
sucio y embarrado. Tal vez, pero si querés progresar un poco en el género,
algunos cambios siempre son buenos. Es cierto que son mas que evidentes
las influencias de Napalm Death. El concepto de combinar gruñidos con
alaridos lo inventó Lee Dorrian, eso está claro. Pero la música de este
disco incorpora otros detalles que pedían ser incluidos a gritos: los
samples y algunos efectos de sonido, algunos toques hardcore extremos, que
luego saldrían a relucir mucho mas fuerte en el siguiente disco, y un
poco de riffs Sabáticos en canciones mucho más lentas, característica
casi imposible de encontrar en una banda grindcore. Estos detalles, mas el
buen sonido y las muy buenas acrobacias vocales de Kevin Sharp, hacen de
este disco algo especial, que se destaca del resto. Me atrevería a
calificarlo como uno de los mejores discos de grindcore, pero tal vez sea
exagerar... Que mierda, a mí me gusta, al que no que se vaya al
carajo.
veredicto: 9/10
Randolph
Carter
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