GODFORBID, NEVERMORE y OPETH, en vivo en San
Francisco
Sábado, 19 de Mayo. Otra vez estaba yo metido en los libros (Pareciera ser
que es lo único que hago últimamente) pero esta vez, yo me había propuesto no llegar tarde. No importa cuantas cosas tuviera que hacer, esta vez no me
iba a perder las bandas soporte. Yo soy fanático de Opeth, pero no soy de
los que dicen 'Yo vengo a ver a mi banda, los otros no me interesan'. Yo
creo que siempre hay que aprovechar para escuchar lo que ofrecen otros. Es
por eso que realmente quería conocer a Angel Corpse y Godforbid, de los
cuales no había escuchado nada, y tampoco quería dejar pasar la oportunidad
de ver a los Nevermore, con su excelente combinación de power-thrash metal.
Pero no, otra vez sopa. Tomo el tren temprano, me bajo en la estación
equivocada y llego una hora tarde. En fin, al menos el viaje valió la pena,
ya que ese mismo día tocaba la Dave Matthews Band, por lo que el tren estaba
hasta las manos de chuchis preciosas. Que espectáculo visual. Imagínense a
la mujer californiana: Pamela Anderson, Jenna Jameson, Jenny McCarthy, Nikki
Tyler, etc. Bueno ese estilo de chicas: Básicamente rubias tetonas. Perdón
por esta muestra de chauvinismo, pero en ese momento me costaba controlar
las hormonas.
De vuelta al curso de la historia. Me encontraba yo llegando a The Pound, y
poniéndome en la cola para entrar. Para dar una idea del lugar, The Pound es
un boliche que se encuentra en el puerto de la bahía de San Francisco, en el
muelle 96, esto es, bastante al sur de la ciudad, en la zona industrial. Un
lugar tremendamente extraño para un boliche. Es decir, el puerto de San
Francisco es enorme, y en la zona industrial, el lugar se encuentra lleno de
containers, galpones, playas de maquinaria, etc. Bueno, en el medio de todo
eso, perdido en una esquina se encontraba el lugar donde iban a tocar los
suecos.
Podía escuchar los machaques de Godforbid desde afuera (Angel Corpse ya
había pasado) mientras yo hacía la cola. La gente esta vez me pareció un
poco más familiar, dentro de lo que se puede esperar en un recital heavy.
Mucha remera de Emperor, Opeth, hasta de Iron Maiden. Muchos chapilargos,
aritos y algunos pelos de colores. Las chicas al mejor estilo Morticia
Adams, con tatuajes, labios pintados de negro, algunas cadenas, todo muy
gótico y erótico.
Un detalle para destacar: Este show era para todas las edades. En EEUU te
piden identificación para entrar en cualquier boliche donde van a vender
alcohol. Pero este era para todo público, por lo que si querías chupar
tenías que avisarle al patova de la entrada para que te selle la mano. Lo
más interesante de este hecho, es que había gente de todo tipo, hasta
pequeños con sus papis que se venían a ver el recital. Así es, el black
metal para toda la familia. ¡Ven y disfruta con Satanás!
Una vez adentro comienza el agite. Pero antes déjenme darles una
introducción a Godforbid. Estos muchachos de New Jersey tocan una poderosa
combinación de thrash metal con voces hardcore, dándole a la música una
buena cuota de sonido de los 80's, con el toque Pantera, característico de
los 90's. El vocalista Byron Davis es un morocho regordete que desgarra su
garganta en cada canción. Y no exagero. Los gritos de Davis le dan una
fuerza a la música que te vuela la cabeza. 'Brutal' es la palabra. Aunque
Godforbid no es una banda de brutal death, mas allá de las voces del
cantante. Los dos guitarristas tienen cierto sentido para crear riffs muy
variados, pasajes tranquilos y hasta duelos de solos, práctica que casi se
había olvidado en este género de puro machaque. Eso es bueno, ya que se
puede poguear violentamente y se puede disfrutar de melodías oscuras y riffs
extra heavies. Al entrar al boliche se podía ver el 'mosh pit' formado en el
centro y unos jovenzuelos saltando y empujándose en él. Impresionante ver
como uno de estos ahuevonados le pone una patada en la cara a un pobre
desgraciado que se encontraba muy tranquilo escuchando a la banda tocar.
Demás está decir que cuando el golpeado se levantó del suelo, con un tajo en
la ceja, yo pude ver el odio que desprendían sus ojos como chispas, los
cuales miraban alrededor buscando al boludo que lo había calzado para
matarlo. Mas allá de este dato anecdótico, el show desplegado por Godforbid
fue 100% ajustado, una maza. Se tocaron casi todas las canciones de su disco
"Determination" y remataron con una excelente versión de
"Propaganda" de
Sepultura, la cual me obligó a meterme en el pogo también.
Llega el cambio de escenario, se traen un teclado y algunas guitarras. Se
venía Nevermore, y yo comenzaba a impacientarme. Todo el mundo conoce a
Seattle por ser la cuna de la movida grunge. De allí han salido los
legendarios Nirvana, Pearl Jam y los más experimentales y un poco mas
orientados hacia el heavy metal, Soundgarden y Alice in Chains. Pero no solo
de Nirvana vive Seattle. Además de Queensrÿche y Metal Church, la capital
del grunge y las fábricas de aviones nos ha deleitado con bandas de culto de
la talla de Sanctuary. Así es, Sanctuary fue la semilla de donde nació
Nevermore, en la primera mitad de los 90's con el vocalista (Warrel Dane) el
guitarrista (Jeff Loomis) y el bajista (Jim Sheppard) de esta banda. Estos
músicos decidieron seguir en la brecha del heavy, mas allá de la moda del
momento que corría en otra dirección. Cuando salieron al escenario me
sorprendí un poco. Dane no tenía la chivita característica y Sheppard estaba
completamente pelado. La verdad es que se veían medio raros. De todos modos
la música estuvo bien a lo Nevermore: un reloj. Desgraciadamente el público
no respondió mucho al show. Loomis se tocó todo, sacudiendo la cabeza y
poniendo caras raras. Dane alentaba al publico a que participe, poniendo la
mejor de las ondas, pero no recibía mucho feedback. Una lástima, pues se
tocaron 5 temas y en media hora terminaron.
Pero bueno, era hora del plato fuerte. Como ocurre siempre en estos casos,
el lugar comenzó a llenarse cada vez más y más. Era un lugar chico, una disco, pero estaba hasta las manos. Luego de un rato comienzan a aparecer
mas remeras de Opeth y chicas góticas. Altos chapilargos que se me ponían adelante y no me dejaban ver, etc. Cabe destacar que tanto Opeth como
Nevermore salieron a horario. No tuve que pasar por esas esperas de 1 hora
a las que nos someten los artistas cada vez que van a salir. Solo tuve que esperar lo que los técnicos tardan en cambiar los instrumentos y hacer las
conexiones necesarias. Aquí no hubo diferencia de potencias ni luces para ninguna de las tres bandas que vi. Todos tuvieron su oportunidad de lucirse
por igual. Pero las expectativas estaban en Opeth. Se podía sentir en el ambiente. No era lo mismo.
Los suecos Opeth comenzaron tocando death metal, allí por los finales de los
80's, cuando por aquel entonces se hacían llamar Eruption. Y Según Mikael
Åkerfeldt, cantante y líder de Opeth, eran bastante malos. Pero en el camino
fueron incorporando elementos de rock progresivo en la música, que tanto le
gustaba a Mikael, alargando la duración de los temas, componiendo
complicadas estructuras musicales, pasajes acústicos, gruñidos graves,
chillidos y voces limpias, y demás elementos que le dieron una atmósfera a
la música de Opeth, que ha llegado a distinguirlos del resto de las bandas
de black metal de la actualidad. Opeth ha nacido de Eruption, en 1990,
cuando Mikael y el cantante original David Isberg, junto con Anders Nordin
en batería, amigo de Mikael de la infancia, se juntaron para escribir
canciones sobre Satán (Detalle para destacar: El primer disco que Mikael se
compró fue "The Number of The Beast" cuando tenía 8 años). Entre
las
influencias que se citan de Opeth están: Morbid Angel, Death, Bathory,
Voivod y Mefisto. Especialmente estos últimos han aportado un montón a las
composiciones de Åkerfeldt.
Por su banda han pasado músicos muy buenos, de los que caben mencionar al
bajista Johan DeFarfalla, que tocó en los dos primeros discos
"Orchid" y "Morningrise". Aquel que escuche canciones como "Nectar" y
"Advent", quizás pueda darse cuenta de lo que toca DeFarfalla. Interesante es el hecho de que
cuando Johan se unió a la banda, no esperaba encontrarse con las complejas
composiciones de Opeth, por lo que le costó un poco agarrarles la mano. De todos modos el núcleo creativo de Opeth se completó con la adquisición del
guitarrista Peter Lindgren. Así nació la formación clásica de Opeth. Desgraciadamente en la actualidad no toca mas DeFarfalla en Opeth, por lo
que no pude disfrutar de semejante capo del bajo en el recital. Actualmente la formación de Opeth se completa con Martín López en batería y Martín
Méndez en bajo, ambos fanáticos de Opeth que audicionaron y se llevaron el
puesto cuando DeFarfalla fue echado y Nordin decidió alejarse de su banda para irse a vivir a Brasil.
Entre los proyectos alternativos de Åkerfeldt cabe destacar Bloodbath, la
cual fue una especie de vuelta a las raíces death-metaleras, proyecto que
armaron junto con Anders y Jonas de Katatonia y Dan Swanö, ex-Edge of
Sanity. También Opeth ha hecho temas de Iron Maiden ("Remember
Tomorrow") y
Celtic Frost ("Circle of the Tyrants") para discos tributos.
Bueno pero basta de introducción y vayamos a los bifes. Salieron Åkerfeldt,
Lindgren, López y Méndez al escenario y el lugar explotó en exaltación.
Todos los pendex de la audiencia estaban como yo, queriendo ver por primera
vez a una de sus bandas favoritas. Yo podía sentir ese cosquilleo en el
estómago que sentí cuando vi por primera vez a Maiden, AC/DC, Black Sabbath,
Cannibal Corpse, Yes, King Crimson, Slayer, Megadeth, Metallica, etc. Esa
hermosa sensación de que vas a tener a tus ídolos tocando enfrente de tu
nariz no se puede comparar. Recuerdo haber visto a Åkerfeldt y haber pensado
'¡Qué fiero chabón!'. Es decir, uno tiene siempre cierta imagen de los
suecos, con ese aire vikingo, rubios, chapilargos. No che, este tipo es una
especie de D'Artagnan rubio y petiso. No obstante, no estaba allí para un
concurso de belleza sino para tocar. Antes de comenzar Mikael dijo: "This
place is pretty packed... Full of sexy bitches" (El lugar está bastante
apretado... lleno de chuchis sexys). Supongo que con esto buscaba ganarse el
favor de alguna groupie para que lo acompañe el resto de la noche luego del
recital.
En fin, veamos, los suecos (Bueno, mitad suecos, mitad mexicanos), abrieron
fuego con el espectacular "White Cluster", un tema no muy típico de
Opeth,
por el hecho de que dura menos de 8 minutos. Es probable que quisieran
empezar con algo no tan denso. De más está decir que mas allá de esto, la
banda comenzó a full. Mikael gruñía las partes black metal increíblemente
bien e intercambiaba con su voz normal a una velocidad espeluznante, que me
hacía pensar ¿cómo es que no se queda sin voz el tipo?. El doble bombo de
López martillaba a todos los espectadores que contemplábamos con la boca
abierta. Cada tanto había pasajes al palo que daban para hacer el poguito,
pero enseguida intercambiaban con los pasajes tranquilos que desconcertaban
a la audiencia. Los susodichos tramos lentos, se hacen en los discos con
guitarras acústicas, y suelen ser realmente hermosos, son una marca
registrada de Opeth. En el recital hubiera sido de esperar que no los hagan
o que los recorten, ya que la estructura musical de los temas es un poco
compleja. Se hacen intercambios entre los tramos acústicos y el machaque que
llegan a durar algunos segundos, por lo que era un poco difícil esperar que
anden cambiando de guitarras en el medio. ¡Equivocado mi querido Randolph!
No hay necesidad de cambiar de guitarras para reproducir las canciones
completas, manteniéndose fiel a la versión original. Los tramos acústicos
eran realizados con las mismas guitarras heavies, sólo se necesitaba un
simple cambio de sonido, realizado con los pedales y la distorsión dejaba
lugar a la melodía.
Pasó, "Blackwater Park" y se vino lo que yo esperaba: Los temas
viejos.
Mikael anunció "Advent" y la audiencia respondió con un aullido de
aprobación. Este era uno de esos temas donde había tocado DeFarfalla, por lo
que era hora de que Méndez demuestre lo que podía hacer con el bajo. Debo
recordar que Méndez se unió a Opeth gracias a su amigo López, para la
grabación de "My Arms Your Hearse". Pero para aquel entonces no hubo
tiempo
de probarlo al pibe, por lo que las melodías de bajo fueron ejecutadas por
Åkerfeldt en ese disco. No obstante y más allá de este hecho, Méndez ha
demostrado que puede calzar los zapatos de DeFarfalla sin mayores problemas,
lo cual es muy bueno. De todos modos yo me he quedado con las ganas de verlo
a DeFarfalla. ¿Por qué no se habrán llevado bien y hubiera seguido en la
banda? Esas injusticias del rock y el estúpido choque de egos.
Siguieron los clásicos con "Demon of the Fall", otro tema
espectacular,
donde Mikael saca a relucir todas sus habilidades vocales. Este es un tema
de esos que te patean en la cara con su fuerza. El gruñido grave de
Åkerfeldt toma las riendas del tema y te lleva por los senderos fríos del
otoño nórdico. Espectacular. Tampoco faltaron las hermosas melodías de temas
más tranquilos como "Face of Melinda", donde las chicas se
desgarraban las
vestiduras, no por Mikael, ya que he dicho que es bastante fulero, sino por
Peter Lindgren, que realmente se lleva los honores de ser el fachero de la
banda.
A resumidas cuentas, me saqué el gusto de ver otra de mis bandas favoritas.
Soy feliz. Los chabones no decepcionaron en lo más mínimo, es más la
rompieron. La actitud de los tipos fue bastante humilde, lo cual no me lo
esperaba. Me gustaría que vuelvan pronto a la zona de la bahía así los puedo
ver nuevamente. Absolutamente recomendados para cualquier fanático del
metal.
Randolph Carter
Fixture:
Lugar: The Pound, pier 96, San Francisco, CA
Fecha: 19 de mayo del 2001, 19:00 hs
Bandas soporte: Angel Corpse, Godforbid, Nevermore
Formación:
En el arco: Martín López (Batería)
Líbero: Martín Méndez (Bajo)
Mediocampista: Mikael Åkerfeldt (Guitarra, voces)
Delantero Izquierdo: Peter Lindgren (Guitarra)
D.T: Mikael Åkerfeldt (Todos los temas compuestos por Opeth)
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